Retrospectiva Camelot: La espada mágica (1998)
Episodio 35
Probablemente habrán notado en esta etapa del informe que en los años ´90 hubo una sobredosis del mito artúrico en el cine y la televisión.
En 1998 se estrenó la quinta producción animada relacionada con este tema que fue un intento fallido de Warner Bros por copiar las fórmulas de los musicales de Disney.
Mientras la casa del ratón Mickey vivía una segunda era de gloria con sus producciones, las compañías de la competencia decidieron lanzar productos muy similares que se centraban en el género musical.
Fox estrenó Anastasia (con dirección de Don Bluth) y Warner, La espada mágica, que presentaba una adaptación muy libre de la novela de Vera Chapman, The King Damosel.
Un historia que estaba relacionada con la leyenda del Caballero Rojo, quien apareció en distintas interpretaciones literarias dentro del mito de Camelot.
Con esta propuesta sucedió algo muy similar a lo que fue la producción de Tango y Cash que terminó por brindar una película decente pese al caos que fue su filmación.
En lo personal le tengo cariño a La espada mágica ya que presentó una historia de fantasía entretenida, si bien copió de manera descarada los elementos clásicos de los musicales de Disney.
La verdad que este film resultó mucho digno de los esperado si tenemos en cuenta las circunstancias de su producción.
El proyecto fue una odisea porque los artistas involucrados tuvieron que trabajar contra reloj para que la película llegara a los cines el 15 de mayo de 1998.
En lugar de tomarse el tiempo para realizar una obra de calidad, Warner hizo este film con el único propósito de competir en la taquilla con Mulán, que llegó a la cartelera dos semanas después.
La diferencia es que Disney tardó años en elaborar aquella producción mientras que La espada mágica se completo en unos pocos meses.
La desesperación de Warner por estrenar en el mes de mayo era tan grande que los artistas de animación empezaron a trabajar antes que el guión estuviera terminado.
Es decir que creaban escenas sin saber cómo iba a terminar la historia o el destino que tendrían los personajes.
La presión por trabajar a las apuradas generó que muchos artistas renunciaran al proyecto, porque no aguantaban el ritmo de trabajo, y eventualmente fueron reemplazados por otros que se incorporaron a esta producción.
Sumado a la intervención de los ejecutivos del estudio que no tenían la menor idea sobre el campo de los dibujos animados, pero tomaban decisiones artísticas, La espada mágica fue realizada en un ámbito laboral muy tenso.
El film copiaba de un modo obsceno los típicos diseños de personajes de Disney, las escenas musicales y el perfil del villano.
La trama tenía como protagonista a Kayley, la hija de un caballero de la Mesa Redonda que emprendía la búsqueda de la espada Excálibur, antes que cayera en manos de otro caballero que buscaba liderar Camelot.
Durante la aventura la heroína era acompañada por un joven ciego, el buho de Merlín y un dragón de dos cabezas, que representaba el clásico animalito chistoso de los filmes de Disney.
Salvo por las escenas musicales que no tenían mucha inspiración, la película lograba ser entretenida y brindaba una buena historia de aventuras ambientada en el mundo de Camelot.
El reparto contó las voces de figuras famosas como Gary Oldman, Eric Idle, Jayne Seymour, Gabriel Byrne y Pierce Brosnan, mientras que las canciones fueron interpretadas por Celine Dion, Steve Perry y Andrea Corr.
Los escenarios eran atractivos y las escenas de acción lograban ser entretenidas.
El problema con esta producción es que arruinaba la impronta del mito artúrico con las constantes referencias cinematográficas que quedaban fuera de contexto en el conflicto.
La película intentaba brindar escenas graciosas con imitaciones de Star Wars, Taxi Driver e Indiana Jones que no funcionaban y resultaban forzadas dentro del argumento.
La espada mágica fue destruida por la prensa en el momento de su estreno por ser considerada una copia mala de Disney y el público no acompañó en los cines.
Para Warner resulto un fracaso comercial si bien la película luego le fue mejor con la edición en video.
Pese al fiasco en la taquilla, La espada mágica logró trascender por la canción The Prayer, interpretada por Celine Dion y Andrea Bocelli que se convirtió en un hit en las radios y fue premiada con un Globo de Oro.
En Warner aprendieron la lección que brindar una película con identidad propia era mejor que copiar a Disney y al año siguiente presentaron una obra maestra como fue El gigante de hierro, de Brad Bird.
La espada mágica tal vez no sea una película muy querida por la prensa pero consiguió entretener con una buena historia de fantasía, que hoy es difícil de encontrar entre las propuestas del género que llegan a los cines.
El avance original.
No eres el único que le tienes cariño Hugo, yo también le tengo gran cariño, es un film que debió tener mas fama de la que tubo,ver un invidente y campesino( prácticamente) ser el protagonista que le robara el corazón a la joven y bella protagonista no se ve hoy en día, y recuerdo que el malo tenía una apariencia maligna y ers bien malo el desgraciado ese.