Historia de Wonder Woman: Volumen 2
Capítulo 48: La guerra de los dioses
Al recorrer la historia de Wonder Woman en detalle surge la impresión que la heroína siempre fue una paria del Universo DC.
Si bien hoy es destacada como la heroína más relevante de la editorial (y habría que agregar también del género) esa jerarquía no siempre se vio reflejada en el cariño que con el que la compañía trató al personaje.
Como mencioné en una entrega anterior, cuando se publicaron grandes historias épicas que involucraban a todos los integrantes de este universo de ficción, Diana siempre fue marginada a paupérrimos roles marginales.
En septiembre de 1991 se cumplió el 50 Aniversario de la creación de la Amazona y George Pérez creó un argumento épico que tendría la función de celebrar las cinco décadas de la creación de William Marston.
Sin embargo la fiesta fue opacada por una gran disputa entre el autor y la editorial que eventualmente lo alejaría de este cómic y los personajes de DC durante varios años.
En lo personal soy un gran defensor de esta miniserie que suele vapuleada por muchos lectores ocasionales de Wonder Woman, que cada tanto leen alguna historia de la heroína si alguna etapa se pone de moda.
El gran problema que tuvo La guerra de los dioses es que Pérez concibió una aventura épica que dejó completamente afuera a todas las personas que no eran fans de la amazona y en ese sentido puedo entender las quejas.
Si uno no había leído la serie de Wonder Woman cuando tomaba contacto con los cuatro números que integraban esta miniserie no entendía absolutamente nada.
Por eso la queja de mucha gente es válida al respecto, ya que a diferencia de otros eventos de DC que habían surgido hasta ese momento, este cómic te obligaba a estar conectado con el mundo de la protagonista, ya que de otro modo el conflicto resultaba completamente incoherente.
Actualmente esta miniserie limitada se publica junto a las historietas de Wonder Woman que estuvieron conectados con este relato que comprende desde el número 58 hasta el 62.
De este modo la trama tiene mayor sentido, aunque si no leíste las entregas previas de la etapa de Pérez también te quedás afuera de numerosas situaciones relaciondas con los vínculos de los personajes principales.
Otro inconveniente de que tuvo esta propuesta es que DC, por razones incomprensibles, no hizo absolutamente nada por promocionarla, por lo que en 1991 casi pasó desapercibida entre los lectores que no seguían a Wonder Woman.
Esto despertó el enojo de Pérez con la compañía por el poco entusiasmo que pusieron en celebrar los 50 años del personaje teniendo en cuenta su relevancia.
Una disputa que generaría su renuncia al cómic tras un ciclo inolvidable de cinco años.
La guerra de los dioses presentó la disputa final entre Diana y Circe, la villana que había acaparado la tensión del cómic en la etapa del Pérez.
El argumento se iniciaba en el número 50 (enero de 1991) que tuvo el doble de páginas de lo habitual y presentó una típica rareza de este escritor.
La amazonas lideradas por la reina Hipólita finalmente decidían anunciar su existencia en el mundo patriarcal para establecer los lazos con la población de la Tierra.
Esta historia tuvo un tratamiento muy similar al casamiento de Donna Troy, donde Pérez desarrollaba con un realismo detallado la ceremonia con la que las guerreras de Themyscira pisaban por primera vez el plantea Tierra.
No hay ninguna secuencia de acción en el relato de Pérez y el tono del relato es más bien introspectivo y emocional. Casi todos los grandes personajes de DC, como Superman, Batman y la Liga tienen cameos especiales, donde siguen con atención este momento especial y relevante en la vida de Diana.
Sin embargo la alegría dura poco cuando en diversas ciudades de Estados Unidos se desata una ola de crímenes brutales en el marco de robos de arqueológicos.
Debido a la naturaleza de los crímenes la amazonas terminan acusadas y enseguida la opinión pública se vuelve contra ellas.
Un momento muy interesante del cómic, ya que la imagen de Diana se ve manchada por estos sucesos e inclusive despierta dudas en la comunidad de superhéroes, ya que la gente de Themyscira parece claramente una amenaza.
Las cosas se complican cuando Hipólita desaparece misteriosamente (un clásico de este cómic cada vez que hay un lío importante), y sus principales colaboradoras terminan con destinos trágicos.
Hellene muere asesinada y la general Philipus resulta acribillada. Aunque sobrevive el ataque su salud queda frágil para intentar resolver esta situación.
Muchas de las amazonas que se encontraban en Estados Unidos terminan en prisión y el Pentágono le ordena a Steve Trevor el bombardeo de Themyscira, en una típica respuesta del Tío Sam.
Las amazonas obviamente no se quedan de brazos cruzados y se preparan para la guerra contra los humanos.
Como si todo esto no fuera poco para la pobre Diana, los Dioses olímpicos entran en guerra con los dioses romanos, africanos, egipcios, babilónicos y los Thanagarianos (el planeta de Hawkman) por el control de la Tierra.
Detrás de todo estos hechos se esconde la mano de Circe, quien sobresalió como la auténtica reina de la conspiración que está muy bien elaborado.
Lo que sigue a continuación es una aventura épica en la que terminan involucrados numerosos personajes de DC.
A diferencia de lo que se da a entender en la cubierta del primer número Superman y Shazam tienen roles limitados en este argumento al igual que Batman, para quien el conflicto está completamente fuera de su campo.
Bruce Wayne es un gran detective pero en una situación de esta característica que presenta una guerra universal de dioses su contribución es prácticamente inútil.
Por esa razón los principales de Diana resultan ser aquellas personajes relacionados con el dominio de la artes místicas o quienes tienen algún vinculo con los dioses.
Un equipo que conforman Donna Troy en su faceta de Troya, Phantom Stranger, la Doctora Destino, Animal Man, Doctora Luz y la hechicera Zatanna.
Otro aliado inesperado que brinda alguno momentos humorístico es Lobo, quien también termina involucrado en el conflicto.
Casi todos los personajes famosos de DC tienen alguna aparición en la miniserie que contiene toda la acción que estuvo contenida en la mayor parte de la etapa de Pérez.
En La guerra de los dioses el autor incluyo todas las batallas y acción de escala épica que no había aparecido en la serie regular hasta ese momento en una aventura muy entretenida.
Si bien dejó afuera a los lectores que no seguían el cómic de Wonder Woman esas incoherencias argumentales que se le adjudicaron al relato en la críticas tienen mucho más sentido cuando disfrutas este arco argumental desde el comienzo de la etapa de Pérez.
Desde esta manera la bibliografía de la heroína llegaba al final de una era inolvidable.
Continuará.
La verdad q es un motivo muy valido para renunciar, venís levantando la serie y cuando tenes un aniversario tan importante, la editorial no te da bola, te dan ganas de mandar todo al diablo!.
El problema es convertir una historia propia de la serie WonderWoman en un evento de toda la editorial. Lamentablemente en el comic americano pasa muy seguido para aprovechar un aniversario o una etapa que se esta destacando.
Son historias/eventos que se originan fuera de los cómics que llevan la linea editorial,como ahora son vengadores y Batman, y antes eran Xmen y Linterna verde
en un off-topic hugo ¿vas a subir la reseña de infinity war?
Mañana por la mañana, estoy trabajando en eso.
Hugo, consulto.
Estoy leyendo All Star BAtman y Robin de la coleccion de salvat, Hasta ahora solo lei el primer tomo pero me llamo mucho la atencion que cuando aparece WW esta enojada, sobre todo con los hombres a los cuales trata muy mal.
Me llamo mucho la atencion el tratamiento que le dio Miller siendo que el personaje claramente es algo opuesto. Un comentario, nada mas.
Saludos
Bueno, si existe alguien que jamás entendió a Wonder Woman es Miller, no es de extrañarse. De hecho es el único sujeto en el mundo que apoya una relación sentimental de ella con Superman, cuando son dos personajes que no dan ni a palos para un romance. En esa historia la convirtió en la típica femme fatale de Sin City, la misma mierda que hizo Azarello en the New 52, que por suerte duró poco.
Saludos