Grandes pinballs de la historia: Cactus Canyon (1998)

El año pasado cuando la plataforma The Pinball Arcade anunció que Cactus Canyon, entre otros mesas, no estaría más disponible a partir del 30 de junio, no dudé en comprarlo porque es una de las grandes maestras de Bally que después no se podría conseguir en su versión digital.

Amo este pinball con un marcado contenido cinéfilo que le rinde homenaje al cine western hollywoodense.

Como se imaginarán un ícono tan representativo de la cultura norteamericana como este género tuvo numerosas referencias en el campo de los flippers.

Abundan las mesas relacionadas con los cowboys y el Viejo Oeste pero ninguna pudo superar a Cactus Canyon.

Un producto perfecto en materia de ingeniería, concepto de juego, puesta en escena artística y desarrollo de la temática presentada.

La particularidad de Cactus Canyon es que es mucho más que un juego donde le tenés que pegar a una pelotita para sumar puntos.

El pinball ofrece una fantástica experiencia inmersiva que inserta al jugador dentro de un western.

A lo largo de la partida el jugador cumple el rol del sheriff del pueblo y tiene la misión de limpiar el lugar de todas las bandas de pistoleros que acechan el lugar.

El flipper surgió en 1998 y fue diseñado por Tom Kopera (Game of Thrones) y Matt Corialle (Star Trek: Next Generation) con el fabuloso arte de John Youssi (Medieval Madness).

Un juego que llamaba muchísimo la atención por las ilustraciones de caricaturas y los elementos que contenía la mesa.

Durante la partida el jugador debe confrontar a diversos villanos, salvar a una damisela en apuros, ayudar a los habitantes del pueblo en una estampida y encontrar una fortuna en en una mina de oro.

Una compuerta ubicada en la mesa que se abre y se cierra permanentemente y habilita la función del multiball.

Otra función fabulosa es la inclusión de un tren y un carril que atraviesa la mesa. El vehículo se desplaza durante la partida y antes que llegue al otro extremo se debe rescatar a Polly, una chica secuestrada por un villano a la que ataron a una vía.

Una clara referencia al clásico serial western de 1914, Los peligros de Pauline, que también inspiraría la serie animada de Hanna-Barbera, Los peligros de Penélope.

La gran atracción de este juego no obstante pasaba por la figura de un pistolero villano que reta a duelo al jugador. Cada vez que se lo golpea con la bola el sombrero salta y rebela su cabeza calva.

Puede notarse en la siguiente imagen los fabulosos detalles que le dieron al rostro del personaje.

La función del reto a duelo, que en la pantalla de video presenta un personajes muy parecido a Lee Van Cleef en High Noon, se consiguió a a través de un sofisticado complejo de imanes.

La bola queda suspendida en una de las ranuras laterales y a la cuenta de tres el jugador tiene un breve tiempo para golpear al villano y de esa manera ganar el duelo.

En lo referido a las artística en materia de música y efectos de sonido este flipper es una auténtica joya de Bally.

Ya de entrada la tremenda melodía épica de película de western genera una excelente ambientación y durante la partida suenan ruidos de balas cada vez que la bola toca un objetivo, además de la voces provistas por actores que interpretan diversos personajes.

Una mesa impecable que logra trasladar de un modo contundente la emoción de un buen western hollywoodense.

En el siguiente video pueden ver como funciona la mesa física de esta gran juego que se destacó entre las mejore mesas de flipper de los años ´90.