Historia de Wonder Woman: Volumen III
Episodio 4: Trinity
Mientras la nueva etapa de Greg Rucka se empezaba a desarrollar en la colección regular de Wonder Woman, la editorial DC publicó una nueva miniserie de tres episodios que imaginó un posible primer encuentro entre la amazona, Superman y Batman.
La obra de un artista que siempre suele brindar propuestas interesantes como es Matt Wagner.
Dentro de su bibliografía me gustan muchos sus trabajos para la compañía Dynamite donde sobresalió con The Shadow, The Spirit, Green Hornet y el delirante encuentro del Zorro con el pistolero Django.
En lo referido a sus labores para DC siempre me encantó su serie con Madame Xanadu, publicada entre el 2008 y 2011, donde rescató la figura de una las grandes hechiceras subestimadas de ese universo de ficción, a través de una excelente fusión de la fantasía con los elementos mitológicos.
Cuando Trinity surgió en su momento muchos lectores y críticos se quedaron embobados con esta propuesta que para mí representa una de las labores más flojas y olvidables del autor.
No porque sea una historieta mala sino que simplemente no está al mismo nivel que sus mejores trabajos.
Nos encontramos ante una miniserie que parece concebida para un público casual que busca un producto entretenido sin demasiadas pretensiones.
El tratamiento de Wonder Woman es bastante simplista y queda claro que Wagner o no se conectó con la heroína o tal vez no le interesó demasiado.
En cualquiera de los casos la labor que hizo con Madame Xanadu fue mucho más interesante.
La trama empieza a los tropezones de entrada con un concepto que demuestra la poca conexión del autor con la amazona.
Resulta que Ra´s Al Ghul decide formar una trinidad de villanos, con el fin de destruir todos los satélites de comunicación que rodean al planeta, junto con las reservas de petroleo.
Para conseguir este fin recluta a dos villanos que lo ayudarán a vencer a los héroes más poderoso de la Tierra.
Por el lado de Superman convoca a Bizarro y su opción para neutralizar a la amazona es…….
¿Artemis?
Una elección algo desconcertante, no solo porque el personaje en este relato tiene 14 años, sino que para entonces la guerrera estaba consolidada desde hace una década como una las principales aliadas y anti-heroínas del mundo de Wonder Woman.
Wagner podría haber optado por Circe, que tendría más sentido en una asociación con Ras, u otros psicópatas como Dr. Poison, Cheetah, Giganta o Dr Psycho para conseguir un equipo más sólido.
Lo cierto es que la reunión de estos individuos termina por derivar en el primer encuentro de los héroes que en esta historia no tenía antecedentes previos.
Wagner desarrolla un relato extremadamente simple, para lo que suelen ser sus obras, que cumple en brindar un buen entretenimiento artístico sin demasiado compromiso.
Lo mejores momentos del relato no pasan por la acción sino por aquellas situaciones donde entran en conflictos la diversas personalidades de los protagonistas y su métodos para enfrentar las adversidades y villanos.
Una cuestión que se intensifica especialmente entre Wonder Woman y Batman quienes representan dos ideologías opuestas que complican una colaboración en equipo.
Un inconveniente donde Superman opera permanentemente como mediador.
A lo largo de la trama los tres héroes intentan trabajar juntos para acabar con el desquiciado plan de Ras que parece salido de un film de James Bond en la era de Roger Moore.
La representación que presenta Wagner de Wonder Woman es muy limitada, donde vemos a Diana como una físicoculturista obsesionada con las tradiciones griegas.
Un detalle que en su momento me molestó de esta miniserie es que de los tres héroes de la Trinidad la amazona es la única que aparece machacada a golpes por los villanos o con el rostro ensangrentado, mientras que el resto no recibe un solo rasguño.
Inclusive Batman en su enfrentamiento mano a mano con Bizarro, que brinda uno de los momentos más ridículos de este cómic.
No sé que le pasó a Wagner con este tema pero evidentemente no expresa en esta labor demasiado cariño por Diana en su interpretación.
Sus ilustraciones son buenas y el arte en general tiene un espíritu retro que se acopla bastante bien al relato pero no hay mucho más para destacar.
Reitero, el cómic no es malo y zafa para entretenerse un rato con los tres íconos de DC, sin embargo con el paso de los años no envejeció muy bien y resultó opacado por otras propuestas muy superiores.
El choque de ideologías entre Batman y Wonder Woman, por ejemplo, se trabajó de un modo más interesante en The Hiketeia, de Greg Rucka y el mismo autor también reimaginó un primer encuentro de la Trinidad hace un tiempo para relanzamiento de la heroína en la etapa Rebirth de DC.