Star Turtle: El disco de Harry Connick Jr.

Un claro ejemplo de como a veces una obra a la que le sobran virtudes artísticas no cuenta con el apoyo del suceso comercial.

En 1996 Harry Connick Jr. atravesaba un período de gran popularidad en los medios de prensa y sus trabajos gozaban de una gran difusión.

Un año atrás había sorprendido en el cine con la escalofriante interpretación de un asesino serial en ese gran thriller que fue Copycat, con Sigourney Weaver y Holly Hunter.

Aunque su trabajos musicales desde los 11 años( cuando grabó su primer disco), siempre estuvieron asociados con el jazz en ese momento se le dio por experimentar con el género funk.

El disco She, de 1994, no fue bien recibido por sus fans debido a este cambio pero una de las canciones terminó en la película The Mask con Jim Carrey.

Durante el verano norteamericano de 1996 Harry adquirió notoriedad al ser parte del elenco de Día de la Independencia, donde interpretaba a un piloto de la fuerza aérea amigo del personaje de Will Smith.

La misma semana que el film de Roland Emmerich llegó  a los cines, el músico aprovechó la prensa para lanzar un fantástico disco conceptual que no fue bien recibido inicialmente por sus seguidores.

Este es uno de esos casos donde un artista sale de su zona de confort para hacer algo diferente pero la gente que consume sus obras no lo acepta porque desean escuchar lo mismo de siempre.

Con el paso del tiempo Star Turtle se convirtió en un disco de culto de la discografía de Connick Jr. a tal punto que en el 2004 fue reconocido como un Álbum de Oro al vender más de 50 mil unidades.

Lo loco de esta situación es que cuando salió a la venta en julio del ´96 no lo compró nadie y paso casi una década hasta que llegó a ser apreciado.

Una propuesta muy especial donde Harry además de componer y cantar todo los temas tocó el piano, guitarra (acústica y eléctricas), batería, bajo, tuba, trombón, trompeta, congas, clarinete, órgano eléctrico y sintetizadores.

Un animal que no suele ser muy reconocido por estas cuestiones.

Star Turtle era una propuesta que tenía una marcada psicodelia y daba la sensación que el músico lo había concebido bajó el estado de un porro poderoso o como mínimo una buena botella de whisky.

La historia era completamente fumada y tenía como protagonista a una tortuga gigante (interpretada por el artista) que venía del espacio y aterrizaba con su nave en New Orleans para encontrar su salvación espiritual a través de la música.

Connick entonces se convertía en el guía de la criatura y se encargaba de mostrarle los distintos ritmos musicales que caracterizaban la cultura de la ciudad, como el funk, jazz y los desfiles callejeros, influenciados por las tradiciones musicales de África.

La trama se contaba en cuatro partes y entre esos segmentos Harry expandía estas ideas con temas musicales centrados en esos géneros, además del rock.

Un disco muy diferente a todo lo que había hecho en su carrera hasta ese momento y contaba con muy buenos temas.

Podemos citar entre ellos Never Young que capta muy bien el sonido de New Orleans.

El tremendo Mind of the Matter.

Reason to Believe otra joya que no supo ser apreciada en su momento.

City Beneath the Sea brinda otro de las grandes momentos del disco con eso solo de piano que suelen aparecer a menudo en sus obras.

No obstante, la única canción que tuvo difusión fue Hear Me in the Harmony, un tributo que le rindió a la leyenda de New Orleans, Jame Booker.

El video clip fue bastante popular en ese momento en MTV pero no ayudó a que la gente se enganchara con el disco.

Atención en el clip al cameo de Grace Park, quien luego se convertiría una de las figuras de la serie Battlestar Galactica.

Queda hecha la recomendación, si les gusta el funk y el pop psicodélico Star Turtle es una gran disco para disfrutar en cualquier momento.