Historia de Wonder Woman: Volumen IV
CAPÍTULO 1: BLACKEST NIGHT (2009-2010)
Cuando dije en algunos entrevistas que no parecía que la industria del cómic estadounidense haya tenido una idea propia en los últimos 20 o 30 años, estaba siendo cruel. No esperé que las compañías involucradas dijesen más o menos que: ‘Sí, tiene razón. Veamos si podemos encontrar otra de sus historias de hace 30 años para convertirla en una saga espectacular.
Cada vez tengo la impresión más grande de que la industria del cómic pasa por mi basurero como mapaches en la oscuridad de la noche. Esa es una buena imagen, ¿no? Ni siquiera eran ideas particularmente buenas (…) Tiendo a ver a las personas que dirigen la industria de los cómics en gran medida como una variedad de tenias o algún otro parásito. Pero no son muy buenos en eso. Cualquier tenia o parásito que se precie nunca mata al huésped.
Alan Moore.
Hay cierta sabiduría profética en las palabras del viejo cascarrabias que no suele tener mucho cariño por determinadas obras suyas, que él considera una basura y para el resto de la humanidad son trabajos apasionantes.
Esta declaración de Alan Moore hace referencia a su descontento con la saga épica Blackest Night, del autor Geoff Johns (creador de Stargirl) que estuvo afanosamente inspirada en una viejo cómic del autor inglés.
En el segundo anual de Tales of the Green Lantern Corps, de 1986, Moore había explorado el concepto sobre la aniquilación de todos los linterna verde, junto con la caída de su cultura y planeta.
Blackest Night en esencia ofrecía más de lo mismo pero es justo destacar que comparado con lo que vendría un año después en DC fue un evento más que digno.
Es más, recuerdo la emoción de muchos fans de Linterna verde por la notoriedad que había cobrado el mundo de ese personaje.
La saga formó parte de la tetralogía de Johns con este héroe que se había iniciado en Green Lantern: Rebirth, La Guerra de los Sinestro Corps y su conclusión en Brightest Day.
Para el momento en que surgió Blackest Night, todo el lío que involucraba a Hal Jordan y compañía había cobrado ramificaciones en todo el Universo DC.
En lo que representó un cambio de paradigma en la editorial, inciado a comienzos del siglo 21, Wonder Woman (lo unico que nos importa en este informe) finalmente dejó de ser marginada de las grandes sagas.
Como expliqué en capítulos previos si leías el cómic de la amazona únicamente jamás te hubieras enterado de la gran mayoría de las macrosagas de DC, ya que habitualmente no solían tener repercusiones en sus historias.
A lo sumo había un número pedorro relacionado con el evento (como ocurrío en Invasión) donde se narraba una historia autoconclusiva que no afectaba en absoluto la continuidad regular.
A partir de Nuestros mundo en guerra, en el 2001, el mundo de Diana se involucró más en los macro eventos y también le dieron una participación más digna a ella.
Con Blackest Night se dio una situación muy particular.
A diferencia de la saga mencionada y Crisis infinitas en este caso la saga de Geoff Johns fue una propuesta opcional para el público de Wonder Woman.
No era una obligación leerla si no te interesaba, porque la colección regular de la heroína iba por otro rumbo, pero si no te querías quedar afuera del gran evento la editorial no la había marginado y tenía sus propias aventuras.
En la trama aparecían los Black Lantern, un versión malvada y corrupta de los linterna que buscaban acabar con la vida del cosmos y la luza del universo.
Los grandes protagonistas eran Hal Jordan y Barry Allen, el Flash que había muerto en los años ´80 y regresaba para ponerse al día con el moderono Universo DC.
Ahora bien, para capturar el interés (y la plata) del fandom de Wonder Woman la compañía desarrolló una miniserie especial que presentaba una aventura conclusiva escrita por Greg Rucka, uno de los autores destacados que había trabajado un tiempo atrás en la colección de la amazona.
En el volumen anterior repasamos su ciclo.
De este modo si eras fan de Diana podías disfrutarla en el evento sin compromiso.
Es decir, si no te interesaba la podías ignorar y seguir la serie regular sin problemas o leer de manera alternativa esta miniserie de tres números.
Si bien el trabajo de Rucka califica como lo más flojo que hizo con la heroína esto se debe a que no tenía mucho espacio para desarrollar interesantes, sino que su labor era vincular a Diana con el evento de los Linterna y seguir las reglas que había establecido Geoff Johns en el cónflicto central.
El resultado fue una historieta olvidable que no le aporta nada a la bibliografía de la amazona pero que pese a todo estuvo plagado de momentos de fan service con situaciones curiosas y efectivas.
La trama se desarrolla a partir de la intervencion de Diana en el número seis de Blackest Night que dispara un entretenido enfrentamiento con Mera.
Eventualmente Wonder Woman cae bajo la influencia de los villanos y se integra a los Black Lantern para luego recuperar su personalidad y ayudar a los héroes.
El relato es extremadamente sencillo y se concentra en la acción, no hay mucho más que eso,
Pese a todo durante el transcurso de los seis numeros se daban un montón de situaciones alocadas que lograban mantener la atención del espectador.
Algunos ejemplos fueron los siguientes momentos.
La sangrienta muerte de Cassie Sandmarks (Wonder Girl), que parecía salida de un cómic de los ´90 y resultaba ser el viejo truco barato de una situación que ocurría en la imaginación de Diana.
El beso Bella durmiente entre Batman y Wonder Woman que era un guiño a la relación que habían tenido los personajes en la series animada de la Liga de Bruce Timm.
Bruce en un momento típico de cuento de hadas recuperaba a Diana de la influencia de los Black Lanterns con un beso que acaparaba una página completa.
No obstante lo mejor venía después cuando Rucka presentaba una cariñosa referencia a los cómics de los años ´80 previos a Crisis en la Tierras Infinitas.
Es muy fino el homenaje del autor porque si no sos fan de Wonder Woman esto pasaba completamente desapercibido.
Afrodita aparecía en el conflicto e instaba a Diana a que rechazara el anillo de los Blackstar para tomar el poder de las Zamarons, una raza inmortal de guererras que centraba sus acciones en el amor y la compasión.
De ese modo la heroína pasa a convertirse en una Star Sapphire donde regresaba con un nuevo uniforme.
Rucka retoma de ese modo el concepto de Afrodita como rol de guia espiritual de Wonder Woman, que era habitual de ver en los años previos a Crisis y por supuesto el reencuentro con las Zamarons, con quienes había compartido aventuras en el pasado.
Esta representación de Diana como una Star Sapphire adquirió bastante popularidad en su momento y derivó en una linea de figuras de colección.
Aunque el paso de la amazona por el evento Blackest Night no fue relevante por el simple hecho que esta era una historia centrada en Linterna Verde al menos con esos tres números brindó algunos momentos entretenidos.
Bienvenida de nuevo Diana al blog!!! Se la extrañaba,