Retrospectiva Sherwood: Robin & the 7 Hoods (1964)
Probablemente una de las películas más creativas y originales que se concibieron en torno a la leyenda de Robin Hood.
Como vimos en las últimas notas, desde finales de la Segunda Guerra Mundial el personaje no paró de aparecer en numerosas producciones hollywoodenses y europeas.
Dentro de ese contexto, Frank Sinatra concibió un proyecto donde explotó la popularidad del justiciero a través de una perspectiva diferente.
Robin & the Seven Hoods tuvo la particularidad de adaptar la leyenda inglesa en una interesante fusión entre el género musical y el cine gánster.
La trama incluía a todos los personajes clásicos en una propuesta que no ambientaba la trama en los tiempos medievales sino en la ciudad de Chicago de los años ´30.
Sinatra reunió un elenco de amigos que incluía a Dean Martin (Little John), Sammy Davis Jr. ( Will Scarlett), Bing Crosby (Alan A.Dale) y Babara Rush en una versión inédita de Maid Marian.
La tradicional amante de Robin en este caso jugaba el rol de la femme fatale que tenía relaciones con cualquier mafioso que le ofreciera una vida cómoda.
Sinatra encarnaba a Robbo, un gánster que regresaba a Chicago para descubrir que su jefe, interpretado en un cameo por la leyenda del género, Edward G.Robinson (Little Caesar) había sido asesinado por un delincuente rival, Guy Gisborne (Peter Falk).
El protagonista reunía a sus viejos compañeros para derrocar del mundo del hampa al villano y con el fin de obtener el apoyo de la gente utilizaba la plata que generaba para hace obras benéficas.
De ese modo se convertía en una especie de Robin Hood urbano que buscaba redimir la imagen de los gánsters.
Sinatra delegó la dirección en Gordon Douglas, un realizador con experiencia de Warner Bros que básicamente seguía las órdenes del cantante.
La película es muy interesante porque funciona como una sátira de las películas de mafiosos y de la leyenda de Robon Hood, donde las espadas y las flechas fueron reemplazadas por las ametralladoras.
Todos los integrantes del reparto tenían un número musical individual y luego participaban de duetos con el resto de los actores.
Las escenas más flojas de este tipo las brindaron Peter Falk, entre cuyos talentos no se encontraba precisamente el canto, y Bing Crosby, quien a sus 60 años se movía como un hombre de 75.
Esta fue una de sus últimas apariciones en el cine.
Sinatra tenía su gran momento con My Kind of Town, que terminaría nominada al Oscar y Dean Martin con Any Man Who Loves His Mother.
Sin embargo, Sammy Davis Jr. fue el artista que se robó la película con su musical individual donde interpretaba Bang! Bang!
Su coreografía de baile le pasaba el trapo al resto de los protagonistas y no en vano la escena quedó en el recuerdo entre los fragmentos más populares de esta producción.
El rodaje de Robin & the Seven Hoods fue un infierno por toda las tensión que se vivió fuera de las cámaras.
Mientra hacían la película se produjo el asesinato de John F.Kennedy y una semanas después secuestraron al hijo de Sinatra.
Pese a todo, los protagonistas completaron la filmación con un profesionalismo incréible, donde no se nota en sus interpretaciones los malos momentos que vivieron.
El film resultó un enorme suceso comercial en 1964 y quedó en el recuerdo entre los proyectos más populares del Rat Pack en el cine.