Reseña de Pig

Calificación: A

Hace años que una película de Nicolas Cage no despertaba tantas reacciones positivas.

Para encontrar un antecedente habría que remontarse al 2013, cuando protagonizó Joe, el drama policial de David Gordon Green (Pineapple Express).

En el film de horror Mandy, de Panos Cosmatos, también ofreció una gran interpretación si bien las opiniones sobre esa produccíón estuvieron mas divididas.

Pig trae de regreso al Cage de los ´90 que supo trascender en Hollywood con sus interpretaciones dramáticas, antes de dedicarse a protagonizar proyectos pochocleros y filmes excéntricos clase B que dominaron su filmografía reciente.

La película gestada en el circuito independiente representa la ópera prima de Michael Sarnoksi y desarrolla un drama relacionado con el duelo y las consecuencias que acarrea la evasión del dolor de una pérdida.

Cage encarna a Rob, un hermitaño que vive alejado de la sociedad en una cabaña de Oregon y se gana la vida buscando trufas en un bosque junto a una cerda con quien comparte su vida.

Los hongos que encuentra se lo vende a un provedor conectado con el mundo de la alta gastronomía, donde las trufas son muy codiciadas para la elaboración de platos sofisticados.

Una noche unos delincuentes entran en la cabaña de Rob y luego de agredirlo se roban a la cerda que representaba su única compañía.

Rob entonces sale de su aislamiento y vuelve a confrontar la sociedad para rescatar a su mascota.

Resulta inevitable que en los primeros munutos de este film enseguida venga al recuerdo John Wick, ya que los protagonistas tienen algunos puntos en común.

Ambos son hombres de carácter hosco que perdieron a sus esposas y en el vínculo con sus mascotas encuentran el último resabio de humanidad que les queda.

Sin embargo los relatos luego toman caminos diferentes.

Wick es un thriller de venganza que se desarrolla dentro del género de acción, mientras que Pig explora el drama y la temática del duelo con una mayor profundidad.

No suelo ser muy adepto de las películas que tratan estos temas ya que por general te dan un sopapo emocional que hace que hace amarga la experiencia del visionado.

En mi caso puedo apreciarlas por  sus valores artísticos pero por lo general no vuelvo a repasarlas otra vez.

Hay gente que lleva esto a otro extremo y le encanta castigarse con relatos depresivos que dejan al público completamente angustiado.

En el caso de Pig me enganchó la manera en que el director elaboró el desarrollo del relato.

La búsqueda de Rob representa también el armado de un rompecabezas que de a poco nos cuenta quién fue este hombre antes de convertirse en un ser marginal que es invisible para la sociedad.

Todo el misterio en torno a su pasado es muy interesante y el film incluye algunas situaciones bizarras y cómicas que te sorprenden en el momento menos esperado.

El eje del film se centra en las consecuencias emocionales que generan la evasión del duelo pero también mecha toda un crítica muy interesante a la industria de la gastronomía.

La escena que se desarrolla en un resataurante orgánico, de esos que te cobran una fortuna para servirte un bocadito en un plato enorme, creo que califica entre los mejores momentos cinematográficos del año.

Cage aparece con un estado físico deplorable para caracterizar a este personaje tan especial al que no le podés sacar los ojos de encima.

No esperen encontrarse con una interpretación excéntrica, estilo Mandy o Bad Lieutenant, porque su labor va por otro lado.

Su energía en este caso está más contenida y en ocasiones con muy poco diálogo ofrece momentos extraordinarios.

Al igual que The Green Knight tal vez es una propuesta enganche a todo el mundo, pero dentro de las novedades del 2021 sobresale entre las producciones más destacadas que ofreció el cine norteamericano fuera de Hollywood en lo que va del año.

Recomiendo darle una oportunidad, especialmente si suelen disfrutar a Cage.

Por el momento pueden encontrar a Pig en el puerto de Jack.