Top 250: Películas de terror (50)

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5-SCREAM (1996)

Sentarse en una butaca de cine a ver Scream sin tener ningún tipo de información, más allá que había sido un éxito taquillero en Estados Unidos, sobresale entre mis experiencia cinéfilas más queridas.

Esta película la vi un domingo a la tarde en el desaparecido cine del Shopping Alto Palermo y esa salida siempre quedó grabada en mi mente por la complicidad tan especial que se gestó entre el público y la obra.

Probablemente la persona más grande que había en la sala tenía 25 años y las reacciones de la gente ante las revelaciones de la trama y los chistes terminaron por crear un espectáculo aparte.

Mis sentidas condolencias a quienes desafortunadamente descubieron esta joya de Wes Craven en video o la televisión.

En el cine fue una fiesta y la considero por afano LA PELÍCULA de terror de mi adolecencia.

Hay que recordar que por entonces el subgénero slasher se encontraba en decadencia y por entonces nos tuvimos que conformar con las miserias que llegaban a las a las a comienzos de los ´90, como Martes 13 Parte 9: La muerte de Jason.

Candyman y Pesadilla 7 levantaron un poco la moral pero la realidad que nos encontrábamos huérfanos de grandes villanos psicóptas que representaran a esa camada de adolescentes cinéfilos.

De hecho, en Hollywood le tenía tan poco fe al slasher que George Romero, Sam Raimi, Robert Rodríguez y Danny Boyle rechazaron dirigir Scream porque consideraban que ese tipo de historias habían pasado de moda.

El guionista Kevin Williamson años después declaró en una entrevista a la revista Fandango que Craven fue el único director que entendió con claridad la subversion del subgénero que proponía el argumento.

Asi fue que un día descubrimos a Ghostface y nada volvió a ser lo mismo.

Finalmente habíamos encontrando la película de horror evento que mi generación no había podido encontrar en otras porpuestas.

La primera vez me voló la cabeza y luego volví  a repasarla ya de vicio para acompañar a aquellos amigos y amigas que no la había visto todavía.

Con el paso del tiempo luego descubrimo la relevancia cultural del film que redefinió el cine de horror de los años ´90 y dio nacimiento a la seguda era dorada del slasher con numerosos clones.

Después aparecieron los hermanos Wayans y afectaron un poco el visionado de la entrega original con la sátira de Scary Movie (curiosamente el título que iba a tener inicialmente el trabajo de Craven) pero para entonces Sideny Prescott, Dewey y Gale Weathers se preparaban para completar la trilogía.

La saga luego ofeció capítulos decente pero ninguna de esas producciones pudo superar el primer film por la sencilla razón que era una tara imposible.

Al margen que se había perdido el efecto sorpresivo, el modo en que el director combinó los arquetipos del slasher con la reverencia al cine de Hitchcock y el giallo italiano, más el metalenguaje elaborado a través de la comedia era muy dificil de superar en una continuación.

Más allá del humor, la película era brutal en materia del violencia y presentaba una trama retorcida donde primaban las relaciones tóxicas.

Me encanta Pesadilla y disfruté las historias de Freddy pero creo que Scream fue la gran obra maestra de la filmografía de Craven y para mi forma parte de la elite del género.

El avance con la voz del Gran Don Lafontaine.

No hay nada más noventoso que esto.

4-LET´S SCARE JESSICA TO DEATH (1971)

Una obra maestra del género que quedó en el olvido durante mucho tiempo hasta que Guillermo del Toro y Stephen King la reivindicaron en los medios de prensa.

King directamente la destacó entre sus grandes favoritas y en la crítica norteamericana fue calificada  como una de las mejores películas en la historia del género de terror.

Algo muy complicado de refutar.

Esta película independiente de 1971 es muy interesante porque representó uno de los últimos exponentes del horror psicológico de ese período, antes que Wes Craven  apareciera con la violencia explícita de The Last House on The Left (1972).

A partir de ese momento el cine de horror se centró más en el gore y los argumentos abandonaron los hechos paranormales para enfocarse en los psicópatas que andaban sueltos en la sociedad.

Por el contario, la película de John Hancock se vinculaba más con la clase de propuesta que había presentado Robert Wise, The Haunting, en 1963.

Es decir,  el tratamiento del horror se concentraba en los aspectos psicológicos del conflicto y las atmósferas que creaba el realizador con su narración en lugar de los baños de sangre y las mutilaciones.

La trama fue una adaptación libre del clásico literario Carmilla, de Joseph Sheridan LeFanu y tenía como protagonista a Jessica,  una joven que había permanecido varios meses internada en un hospital psiquiátrico.

Luego de recibir el alta  la mujer se muda con su esposo y un amigo de la pareja a una vieja casa victoriana ubicada en una isla de Connecticut.

Durante el viaje Jessica empieza a sentir unas voces en su cabeza y tiene una serie de alucinaciones donde se le aparece una chica con un vestido blanco.

Al instalarse a la casa, que parece salida de una novela gótica de Elizabeth Gaskel, el grupo descubre a una hippy llamada Emily que se encontraba ocupando la vivienda de manera ilegal.

Los nuevos dueño entablan enseguida una buena relación con ella y le permiten que se quede en el lugar-

Unos días después Jessica descubre que en el pueblo existe una leyenda urbana que gira en torno a su nuevo hogar.

En 1820 Abigail Bishop se ahogó en el río que se encuentra frente a la casa, el día anterior a su casamiento. Los vecinos de la zona creen que la joven se convirtió en un vampiro y su espíritu todavía habita la casa.

Aunque los protagonistas en principio no le dan importancia a la historia, las alucinaciones de Jessica empiezan a aumentar y su estado mental se vuelve cada vez más frágil.

Gran parte del conflcito  se enfoca en el misterio de esas apariciones. ¿Son un producto de la imaginación de Jessica o se trata de vampiros reales?

Una particularidad muy interesante de este film es que toda la historia es narrada exclusivamente desde la perspectiva de la protagonista.

En consecuencia, el espectador cuenta con la misma información que Jessica y hasta los momentos finales nunca se sabe con certeza si existe realmente la vampira o es un invento de la mente de la mujer.

El director Hancock construye la intriga y el horror del relato con ambientaciones claustrofóbicas y las excelentes interpretaciones de las dos protagonistas.

Zohra Lampert (Jessica) y Mariclare Costello (Emily) era actrices que al momento de hacer este film contaban con bastante experiencia en el mundo del teatro, donde llegaron a trabajar juntas en algunas obras.

Lampert ya había aparecido exn el cine en 1961 en el clásico de Elia Kazan, Esplendor de la hierba, y luego trabajó con John Cassavetes en Opening Night.

El personaje de Jessica fue un desafío diferente para ella porque hasta ese momento era una actriz de Broadway que estaba más relacionada con la comedia.

En el caso de Mariclare Costello en 1967 había trabajado en la comedia de Arthur Hiller, The Tiger Makes Out (el debut de Dustin Hoffman) y luego se destacó en Ragtime (1981), de Milos Forman.

Esta película de terror tuvo como protagonistas a dos profesionales que contaban con una formación dramática importante y no las incluyeron en el casting simplemente porque era atractivas.

La trama eleboró una reflexión muy creativa sobre el triste final de la utopia hippy, post masacre de la secta de Charles Manson, al mismo tiempo que auguraba una nueva década más oscura.

Let´s Scare Jessica to Death me pareció completamente aterradora desde que la descubrí por primera vez, cuando se editó en dvd en el 2006, y la destaco entre las producciones más brillantes que tuvo el género durante los años 70.