ArtículosCineMúsica

Attack of the Phantoms: La infame película de Kiss

Si hay un campo que la banda Kiss dominó como nadie en el mundo de la música es la mercadotecnia.

Un tema por el que fueron tradicionalmente criticados aunque a los músicos nunca les importó demasiado.

La extensa línea de merchandising del grupo incluye todo tipo de productos que incluye preservativos y hasta cajones fúnebres.

Durante el mayor pico de popularidad que tuvieron en la primera etapa de los años ´70 también incursionaron en el terreno de los cómics, donde la editorial Marvel los convirtió en superhéroes.

Primero aparecieron en el lisérgico número 12 de la serie de Howard, el pato y luego Stan Lee gestionó un famoso especial, cuya portada se imprimió con la sangre de los artistas.

Con el paso de la décadas Kiss, producto de la pasión de Gene Simmons por la historieta, luego tuvo numerosas series donde brindaron materiales de una mayor calidad artística.

Entre ellas sobresalió especialmente Pyscho Circus, un proyecto desarrollado por Todd McFarlane que comentaré en otra nota.

Lo cierto es que entre todas las cosas locas que hicieron durante los ´70 existió una incursión cinematográfica de la que luego los avergonzó debido al contenido de la película.

Aunque desde hace años los artistas recuerdan esta producción con más sentido el humor durante mucho tiempo los empleados que trabajan para ellos tenían prohíbido mencionarla delante de Paul Stanley y Gene Simmons.

Kiss in Attack of the Phantom, también conocida como Kiss Meets the Phantom of the Park fue un largometraje de 1978 desarollado por la productora Hanna-Barbera, quien tenía experiencia en trabajar con celebridades a raíz de la serie Las nuevas películas de Scooby Doo, donde los protagonistas investigaban misterios con artistas de la música y la televisión.

El problema es que el fuerte de la compañía nunca había sido precisamente el cine live action y para los fundadores del estudio tambiém representaba un proyecto experimental.

El concepto original que le vendieron a los miembros de Kiss era desarrollar una propuesta que combinara Star Wars (el fenómeno del momento) con el film de los Beatles, A Hard Days Night.

El resultado final fue una joya de las películas malas que divierten que se encontraba más emparentada con el cine de Ed Wood que el de George Lucas.

Más allá que los músicos eran horribles como actores, el guión era sumamente incomprensible y pasó por varias escrituras mientras se desarrollaba el rodaje.

Anthony Zerbe, recordado por el rol de villano en The Omega Man (1971), la primera adaptación que se hizo de Soy Leyenda (Richard Matheson), encarnaba a un científico loco (muy típico de Hanna-Barbera) que creaba una unidad de androides que podría reemplazar a los empleados humanos.

Sus tarea se ve interrumpida por el lío que genera la presencia de Kiss que llega al parque a dar un concierto.

Ofuscado por la presencia de los músicos, el cietifico crea de la anda unos clones malos de los artistas para desacreditarlos.

Sin embargos sus planes se complican cuando descubre que los artistas tienen poderes especiales y salen a enfrentar a los robots para redimir la imagen de la banda.

Esa es un poco la premisa de la sinopsis que se puede describir dentro de un film donde abunda la incoherencia y la situaciones que no tienen sentido.

Lo que se ve en la película básicamente es a la banda dando conciertos y entre los baches musicales los protagonistas se ponen a pelear con unos muñecos bizarros que trabajan para el científico.

Cuando se recuerda el film en retrospectiva la verdad que es un milagro que Kiss sobreviviera a momentos como el que ofrece la siguiente escena,

Un aspecto donde se nota que Joseph Barbera fue el productor ejecutvo del proyecto lo encontramos en la musizalización que parece salida de los dibujos animados de Scooby Doo y Josie and the Pussycats, un detalle que generan que la trama sea más ridícula todavía.

Aunque en Estados Unidos se exhibió en la televisión en muchos países se estrenó en los cines alrededor del mundo y en ese caso a las escenas de acción le cambiaron la música de dibujitos por temas originales de la banda.

En el corte para cines inclsuive se incluyeron muchas escenas que quedaron afuera en la versión exhibida en la televisión norteamericana.

La dirección corrió por cuenta de Gordon Hessler, quien luego pasó a dirigir los clásicos de ninjas con Sho Kosugi, como Pray foe Death (1985)y Rage of Honor (1988), filmada en Argentina.

37 años despues de este desastre la relación de Hanna-Barbera con la banda se redimió en la excelente producción animada Scooby Doo and Kiss: Rock and Roll Mystery (2015) que recibió mejores críticas y contó con un homenaje a los cómics de Jack Kirby.

El avance de esta gema bizarra que casi termina con la dignidad de los músicos.

https://www.youtube.com/watch?v=Hr-h5GM-ic4

 

 

 

5 comentarios en «Attack of the Phantoms: La infame película de Kiss»

  • Yo, aprovechando que el público que los sigue es el de siempre y que somos todos más kitchs que rockeros, la proyectaría siempre antes de los conciertos. Es más, haría pasear alguno de esos bichos blancos en el medio del show para que le revoleen la cabeza de una patada.

    A ver, con la edad que tienen lo siguen colgando a Gene Simmons de un arnés con la edad que tiene, que pasen la peli es un poco más digno

  • La verdad que viendo los 2 videos que pusiste Hugo tranquilamente podrían haber hecho un crossover con los superagentes o la brigada explosiva… jajajaja

Los comentarios están cerrados.