Reseña de Sheryl
Calificación: B
Hace unos días el canal Showtime estrenó este documental dedicado a la carrera de Sheryl Crow, quien este año cumplió 30 años de vigencia en la industria de la música y en especial el género del rock.
La artista accedió a dar una entrevista extensa donde se expresa sobre diversas temáticas relacionadas con su vida y que se completa con el testimonio de colegas y amigos conocidos como Keith Richards, Emmylou Harris, Steve Jordan, Laura Dern y Joe Walsh, entre otros.
La película me dejó con sentimientos encontrados.
El contenido es interesante durante gran parte del film pero como documento periodístico me pareció algo fallido, ya que abarca numerosas temáticas que demandaban un poco más de profundidad.
Creo que a esta producción le faltó el tratamiento que el realizador Liam Firmager le dio dio al film de Suzie Quatro que recomendé hace un tiempo.
En aquella propuesta que casi tenía la misma duración (98 minutos) la narración exploraba a fondo la historia de la artista y acercaba su música a toda una generación que la desconocía.
En Sheryl la realización de Amy Scott se siente más superficial y acelerada e inclusive presenta algunas omisiones inexplicables que en breve resaltaré.
En Estados Unidos algunos medios le dieron una calificación negativa a esta película al cosiderarla una producción manipulada por Crow en una especie de autohomenaje.
Eso es falso.
A diferencia del documental de Joan Jett, donde ella fue la productora ejecutiva y en efecto presentaba ese problema, Sheryl no gestó este proyecto ni participó de la realización.
Tampoco tenía la necesidad de vender nada ya que el último trabajo que cerró su discografía lo editó en el 2019.
Lo más interesante del film pasa por su testimonio donde se expresa por primera vez sobre cuestiones personales y comparte anécdotas interesantes.
En un momento se quiebra al recordar la polémica con la canción Leaving las Vegas en el programa de David Letterman.
Cuando explotó en los medios de comunicación con el disco Tuesday Night Music Club, en 1993, el comediante la invitó al programa y durante la entrevista le preguntó si la canción era autobiografica.
Ella respondió que sí y eso generó un conflicto con los compositores de la obra que se sintieron excluidos.
En realidad la canción estaba inspirada en la novela del escritor John O´Brien que luego se adaptó en la película con Nicolas Cage.
Unos días después del porgrama de Letterman el artista se suicidió y durante mucho tiempo Sheryl se sintió responsable de ese hecho. Una herida que no parece haber sanado completamente.
Ahora bien, una cuestión importante que omite la directora Scott es que los familiares de O´Brien en numerosas oportunidades la desvincularon de la muerte del autor relacionada con un severo caso de depresión.
La película cubre la etapa de la artista como corista de Michael Jackson y el acoso sexual que padeció del manager Frank DiLeo, quien le propuso editar su primer disco solista a cambio de sexo.
Di Leo, quien es retratado como un gánster por los músicos de Jackson, es recordado por su pariticipación en la película Goodfellas, de Martin Scorsese, donde interpretó al mafioso Tuddy Cicero.
Otra omisión importante del documental es que Phil Collins en 1992 la ayudó a producir el primer disco solista que luego no se lo pudieron vender a ninguna discográfica.
Lo loco del caso es que varios de esos temas después se convirtieron en hit comerciales de Celine Dion, Tina Turner y Winona Judd.
(Ese material se puede conseguir en el puerto de Jack).
Sheryl tendría que esperar un año más hasta que empezó a gestar Tuesday Night Music Club que la lanzaría a la fama con el tema All I Wanna Do.
Un tema que si me sorprendió de sus testomonio y desconocía es que recién con el tercer disco, The Globe Sessions, empezó a ganar plata.
De toda la exposición y el suceso de All I Wanna Do que tuvo a comienzo de los ´90 no vio un mango y por eso también en adelante se dedicó a producir su propio material.
El film de Showtime encuentra sus mejores momentos cuando explora el proceso creativo de los primeros discos y el enorme costo personal que demanda una carrera exigente donde las constanres giras impiden desarrollar relaciones de pareja normales.
Sheryl se expresa sobre esta cuestión en detalle y su decisión de adoptar hijos como madre soltera.
La película aborda la problemática relacion que tuvo con el ciclista Lance Armostrong, pero curiosamente no hay ninguna mención a Eric Clapton y Kid Rock con quienes estuvo en pareja un par de años.
La última parte del documental se siente un poco acelerada y pierde la oportunidad de explorar la versatilidad de Crow para abordar otros géneros como la música country y el soul en buenos discos como 100 Miles from Memphis y Feels Like Home que son ignorados.
Por ese motivo la propuesta de Showtime se siente un poco incompleta.
De todos modos para los fans y seguidores de la artistas hay anécdotas y testimonios interesantes que al menos justifican el visionado del film.