The Roundup 3: El derrape de la saga Crime City

Crime City es una saga del cine de acción coreano concebida para impulsar la figura del actor Ma Dong-senk, quien cobró notoriedas a raíz del film de terror Train to Busan, estrenada en el 2017.

Un año después el artista apareció en The Outlaws, una propuesta policial donde compuso una especie de Bud Spencer asiático que impartía justicia a las piñas.

La exibición de este film conicidió con el auge internacional de la producciónes coreanas que encontraron una mayor difusión gracias a las plataformas de streaming.

Un tema que además influyó en la distribución de cine.

Hasta no hace mucho tiempo era imposible ver estos filmes en las salas comerciales y hoy llegan a la cartelera argentina con una mayor frecuencia, como ocurrió el año pasado con la continuación de esta serie The Roundup (Fuerza bruta).

La realidad es que las propuestas de género coreanas dejaron de ser proyectos de nicho para el público local y hoy buscan conectar también con el mercado internacional.

Lamentablemente los productores de Crime City se empacharon con el éxito de la ultima entrega y terminaron por arruinar todo con la maquinita de secuelas que saca películas como si fueran hamburguesas de McDonalds sin cuidar demasiado los contenidos.

Semanas después del estreno de The Roundup los realizadores reunieron al reparto para filmar a las apuradas la tercera parte, por estos días se encuentran terminando la cuarta entrega y ya se anunciaron otras cuatro películas más y dos spin-off centrados en personajes secundarios.

La intención, como lo explicó Ma Dong-senk en una entrevista al medio Deadline, es convertir a Crime City en la Ràpidos y furiosos coreana.

Peor referencia no podían haber escogido.

Calificación: B-

Habrá que ver si logran cumplir con este ambicioso plan de rodaje que tiene previsto el estreno de un film por año, ya que la propuesta se quedó sin nafta en el tercer capítulo.

Salvo que presente cambios drásticos en las próximas historias Crime city pasará a convertirse en una saga de nicho destinada a un público que no le importa ver siempre lo mismo.

No Way Out es una película perezosa que no hace el mínimo esfuerzo por intentar desarrollar los personajes principales y básicamente se limita a copiar la premisa de los episodios previos.

En esta oportunidad el oficial Ma Seok-Do debe desbaratar otra organización criminal que vincula a un jefe de la Yakuza y un policía corrupto.

La historia aumenta la dosis de humor Marvel, que aparentemente es lo que busca el público intermacional, y las secuencias de acción son casi idénticas a las que vimos en los capítulos anteriores.

Al personaje de Ma Dong-senk ahora lo convirtieron en un superhéroe, muy al estilo Toretto, que gana todas y cada una de las peleas con facilidad sin transpirar.

Se fueron de mambo con este tema y la fuerza del protagonista ya parece sobrenatural. Los villanos tampoco representan ningún peligro porque queda claro que no tienen ninguna chance frente al héroe.

Al margen de esta cuestión tampoco se puede percibir ninguna intención por buscarle una vuelta creativa a las coreografías de peleas que resultan redundantes.

No me imagino viendo otras cinco películas con el mismo tono porque se vuelven infumables, ya que ni siquiera se molestan en desarrolar un mínimo arco argumental que permita engancarhse con estos personajes dentro de una saga.

Yo me bajo en esta estación.

A quienes les interese ya pueden encontrar el tercer film en el puerto de Jack y la siguiente continuacíón, titulada The Roundup: Punishment, llega el año que viene.