Tarzan and the Lost City

Top 250

Cine de aventuras

100-96

Llegamos a la zona de elite de este ranking. Todas las producciones que vienen a continuación hasta el final me parecen grandiosas y las vi más de una vez.

Por algo entraron en esta etapa del informe.

100-TARZAN AND THE LOST CITY (1998)

Casper Van Dien (Starship Troopers) fue un gran Tarzán que no tuvo suerte y estaba para seguir.

A mediado de los años ´90 hubo un resurgimiento en Hollywood de los grandes héroes del pulp en el cine.

En un breve período de tiempo regresaron a la pantalla grande The Shadow (1994), The  Phantom (1996), El Príncipe Valiente (1997)  y El Zorro (1998).

Los estudios Warner decidieron revivir al hombre mono con una producción de presupuesto moderado que resultó un fracaso comercial en los cines y fue aniquilada por la prensa.

La paradoja de esta situación es que se trata de una de las mejores películas que se hicieron con este personaje por la manera en que recreó el espíritu de la obra de Edgar Rice Burrroughs.

El diario New York Times fue el único medio en los Estados Unidos que defendió esta película y la recomendó en la reseña.

No llamó la atención que la crítica fuera realizada por un periodista que tenía un claro conocimiento de Tarzán y su historia en el cine.

Esta producción no es precisamente una obra maestra del séptimo arte pero con todas sus limitaciones ofreció una gran aventura que tomaba elementos fantásticos de la saga literaria.

El Tarzán de Van Dien estaba claramente en sintonía con la versión del personaje que había establecido Ron Ely en la televisión en los años ´60.

Es decir que el héroe era presentado como un hombre inteligente que había sido educado en la civilización, aunque todavía conservaba su naturaleza salvaje.

Jane March (El amante) le dio vida a una Jane Porter que evadía el rol de la damisela en apuros y conformó una muy buena dupla junto al protagonista.

Los efectos especiales no envejecieron bien pero es una propuesta donde hubo un esfuerzo por hacerle justicia a la saga de libros y no decepciona en materia de entretenimiento.

99-BENJI (1974)

El debut de Benji fue tan impactante que la prensa en Estados Unidos pidió una nominación al Oscar para el perro.

Los más turros escribieron que era más expresivo que Dustin Hoffman.

La película de Joe Camp llegaba al corazón sin caer en goles bajos o burdos momentos depresivos con el fin de buscar la lágrima del público.

El gran gancho pasaba por el desempeño de Benji que no se comportaba como un perro normal.

La expresiones del animal que capturó el director con las cámaras eran increíbles y estaban muy bien utilizadas dentro de la historia.

Esta película se filmó en el circuito independiente con apenas 500 mil dólares y fue rechazada por todos los estudios de Hollywood.

Luego obtuvo una recaudación de 45 millones de dólares y los ejecutivos de las grandes compañías se quisieron matar.

Un fenómeno comercial que nadie pudo predecir y que eventualmente derivó en una franquicia exitosa.

La película original obtuvo una nominación al Oscar por la canción I Feel Love, interpretada por el artista de música country Charlie Rich .

Este es el avance que se conoció semanas después del estreno con las reacciones del público.

98-FITZCARRALDO (1982)

El comportamiento de Klaus Kinski en el set de Fitzcarraldo fue tan despreciable que al finalizar el rodaje los indígenas de la tribu Machiguenga en el Amazonas le propusieron a Werner Herzog matar al actor y desecharlo en un río.

El director por supuesto declinó la oferta.

Por lejos, uno de los dramas de aventuras más desquiciados que se concibieron en la historia del cine.

La trama está inspirada en un hecho real y se relaciona con el capricho de un empresario irlandés excéntrico que tenía la obsesión de construir un teatro de ópera en el medio de la Amazonia peruana.

El film expresa algunos comentarios interesantes sobre la locura y el capitalismo del siglo 19 y su enorme atractivo reside en el modo en que Herzog ejecuta estas ideas.

El espectáculo se desarrolla entre la comedia absurda y el drama épico de aventuras que resulta apasionante por la ambiciosa puesta en escena y la interpretación de Kisnki, quien destestaba al director con pasión pese a que trabajó con él en cuatro oportunidades.

En este puesto la recomendación va por partida doble.

Fritzcarraldo se convirtió en un clásico del cine que tuvo referencias hasta en Los Simpsons y forma parte de esas películas que tenés que ver en algún momento de la vida.

Una vez que vivieron la experiencia recomiendo seguir con el documental Burden of Dreams que retrata la odisea que representó para Herzog completar el film, debido a todos los contratiempos y accidentes que sucedieron durante el rodaje.

Sin entrar en spoilers, la verdad que es incréible que el director no terminara internado con un pico agudo de estrés después de todas las adversidades que vivió en la filmación.

97-THE FLAME AND THE ARROW (1950)

Jaques Tourneur fue uno de los grandes realizadores de la era dorada de Hollywood y sus películas más famosas todavían se estudian en las escuelas de cine.

Un artista que supo imprimirle a sus obras una impronta de autor con una marcada complejidad psicológica.

Entre sus títulos más populares sobresalen las obras de terror Cat People, The Leopard Man, I walked with a Zombie, Night of the Demon y el policial negro Out of the Past, con Kirk Douglas.

Lo genial de Tourneur es que cada tanto se relajaba y ofrecía películas más pochocleras para todos los públicos que sorprendían por su factura técnica.

The Flame and the Arrow es una de ellas.

La trama no es rebuscada como sus trabajos más elogiados pero captura a la perfección el espíritu de las obras de Robert Louis Stevenson con un Burt Lancaster extraordinario en su plenitud física.

Tourneur combinaba las leyendas de William Tell y Robin Hood en un relato muy entretenido que contaba con secuencias de acción emocionantes.

Este film obtuvo dos nominaciones al Oscar por la fotografía de Ernest Haller (Gone with the Wind) y la música de Max Steiner (Casablanca).

Dato Loco:

El estudio Warner ofreció un millón de dólares a quien pudiera probar que el actor usaba dobles de riesgos en las secuencias de acción.

Aunque Lancaster contó con una ayudita en tres secuencias de combate de esgrima todas las acrobacias del personaje fueron suyas y nadie pudo refutar su trabajo.

96-ANNE OF THE INDIES (1951)

Jean Peters la gran pirata del cine hollywoodense que le copó la parada a los héroes masculinos del género.

 

Lamentablemente, como ocurrió tambien con Rita Corday (más adelante me referiré a ella) no la dejaron explotar ya que a la cultura sexista de los años ´50 le daba miedo que una mujer pudiera ser mejor esgrimista en el cine que Errol Flynn.

La realidad es que Jean le pasaba el trapo a Flynn, quien recién evolucionó en la segunda mitad de los ´50 cuando pasó a ser entrenado por el Gran Bob Anderson.

Hasta entonces era un revoleador de espadas sin técnica.

Anne of the Indies es una gran película pochoclera de Jaques Tourneur con una impronta feminista adelantada 20 años a su tiempo.

Como comenté previamente, dentro del cine hollywoodense no era habitual que las mujeres pudieran destacarse en este subgénero.

Los italianos recién rompieron ese prejuicio cultural en los años ´60 con los filmes de Luigi Capuano.

Tourneur desafió algunos esquemas sociales con esta obra que tenía como protagonista a la hija adoptiva del famoso Barbanegra.

La capitana Anne lideraba su propia tripulación y sobresalía como una anti-heroína empoderada que defendía su lugar en un ambiente masculino.

La labor de Jean Peter es excelente y sorprende con su desempeño en las secuencias de esgrima donde la cámara del director se encarga de probar que no usó dobles de riesgo.

No obstante el final de la historia, completamente abrupto, es una mierda y se nota influenciado por el machismo de la época.

Si el mismo conflicto lo hubiera protagonizado Tyrone Power o Flynn no queda duda que el personaje principal habría tenido un cierre más digno.

Pese a todo no deja de ser una gran película de piratas que tuvo la buena intención de romper con un par de prejuicios sociales que primaban en el género de aventuras de los años ´50.