Balestra: Esgrima y sueños lúcidos

Inception (Christopher Nolan) y Challengers (Luca Guadagnino) tuvieron un hijo y se llama Balestra.

Esa es la sensación que deja la experiencia de esta subestimada producción independiente que combina  el drama deportivo con el thriller psicológico.

Una propuesta creativa del cine canadiense que lamentablemente terminó perdida en el puerto de Jack tras un breve paso por las salas de su país de origen.

La película ni siquiera cuenta con un perfil de Wikipedia y queda la impresión que la distribuidora le soltó la mano y no puso empeño en su difusión.

Hace unos años este proyecto fue noticia en los medios cuando se anunció que Tessa Thompson (Creed) sería la protagonista.

La actriz luego se bajó de la producción y el rol principal quedó a cargo de Cash Jumbo, una artista que cuenta con experiencia en la televisión pero no es una figura conocida.

Tal vez con la presencia de Thompson Balestra hubiera cobrado un poco más notoriedad, ya que la historia es muy atractiva y cuenta con una realización impecable a cargo de la directora Nicole Dorsey.

El argumento gira en torno a una esgrimista norteamericana especializada en la rama de espada que enfrenta la última oportunidad de conseguir a una medalla olímpica en los Juegos de París.

A los 34 años sus chances de obtener el sueño olimpico se redujo frente a las esgrimistas más jóvenes que le sacan una ventaja física.

Joana es una buena atleta pero el tiempo pasa para todo el mundo y ya no se desempeña en la pedana como lo hacía una década atrás.

Un día toma contacto con un dispositivo novedoso que le ofrece mejorar su desempeño deportivo a través del entrenamiento con sueños lúcidos.

De este modo conoce a Eliot (Manny Jacinto), una manifestación de su subconsciente, que reemplaza a su entrenador y marido de la vida real con resultados mucho más efectivos.

El nuevo maestro que solo existe en la realidad de los sueños parece comprenderla mejor y a medida que el vinculo se hace más estrecho Joana progresa en los torneos y se convierte en una seria candidata a conseguir la medalla dorada en Paris.

Sin embargo las cosas se complican cuando Eliot empieza a tomar un mayor control de la vida de la atleta y pone en riesgo su salud mental.

Varios aspectos para destacar de este film pero empecemos por el título que es un poco pretencioso y dejará desconcertado a la mayoría de los espectadores.

Balestra es uno de los movimientos de ataque más tradicionales dentro de la esgrima y en castellano se lo denomina «fondo» o «salto a fondo».

Se trata de un desplazamiento veloz con el cuerpo estirado que tiene el objetivo de sorpender al rival con un picotazo del arma.

Intervalo técnico para desarrollar esta cuestión, si no les interesa después del video sigue la reseña.

En los últimos años, en mi opinión producto del avance de la escuela asiática, el salto a fondo, denominado en inglés Flunge se desvirtuó en un desquicio absoluto.

Muy especialmente en la rama del sable donde los deportistas empezaron a pegar saltos como si hubieran sido entrenados por Oliver Atom de los Supercampeones.

En este video pueden ver un ejemplo de lo que hoy se conoce como el Mega Flunge que prende fuego los libros tradicionales de esgrima.

A este ritmo creo que los duelos de sable terminarán convertidos en un wuxia chino con los esgrimistas volando por el aire.

Adelanten el video al minuto 2: 35.

En la película canadiense Balestra tambien hace referencia a la deteminación de la protagonista «por ir a fondo» en la aspiración de cumplir su objetivo.

La obra de la directora Dorsey es muy interesante porque explora el ambiente de la alta competencia con una vuelta de tuerca atractiva al conducir el relato por el género del thriller psicológico.

A través de la experimentación con los sueños lúcidos la protagonista obtiene logros notables en la realidad pero la trama luego toma un giro más turbio cuando su sanidad mental se empieza a deteriorar.

En lo referido a los aspectos técnicos Balestra ofrece la representación más realista de la esgrima deportiva que se registró en el cine hasta la fecha.

Curiosamente Dorsey opta por representar a la protagonista como una espadista, la rama más aburrida de esta disciplina, donde los combates tienden a ser espesos y extensos.

Mi teoría personal e incomprobable es que la probaron a Cush Jumbo en el florete y el sable pero ella se sintió más cómoda con la espada y optaron por ir en esa dirección para retratar con una mayor efectividad al personaje.

Su labor es impecable y le comprás por completo que es una atleta olímpica.

Me encantó ver que el film retrata el deporte con numerosos  detalles que no solemos encontrar en el cine.

Sobresalen la sesiones de entrenamiento y la preparación en los vestuarios donde se muestra toda la vestimenta de seguridad que usan los esgrimistas debajo de los uniformes.

La realización de los combates es soberbia y la directora consigue el milagro divino de convertir a la rama de espada en una competencia emocionante sin exagerar la acción.

En la secuencia del torneo de París faltan los comentarios de Gonzalo Bonadeo y los asaltos parecen salidos de la transmición oficial de TyC.

Al margen de la notable representación deportiva el conflicto que toma una veta policial está muy bien desarrollado y alienta a la discusión de los temas que aborda.

Una injusticia enorme que esta película no haya tenido una mayor disfusión ya que sobresale entre los estrenos destacados del 2024.

Calificación: B+