Lee: El proyecto personal de Kate Winslet

En varias oportunidades me referí  a la hipocresía de Hollywood en torno a cuestiones de diversidad y temáticas feministas.

Todo es puro marketing y explotan determinadas agendas sociales siempre que tengan un potencial comercial redituable.

Kate Winslet experimentó esta cuestión con un proyecto personal destinado a recrear la vida de Lee Miller, una figura icónica entre los corresponsales de guerra norteamericanos.

La historia es muy interesante ya que se trata de una modelo popular del ambiente de la moda de Paris, durante la década de 1920, que luego dejó la actividad para incursionar en el periodismo gráfico.

Durante la Segunda Guerra Mundial se desempeñó como corresponsal de la revista Vogue y cubrió numerosos eventos como los bombardeos en Londres, la liberación de París y el descubrimiento de los campos de concentración.

Lo curioso del caso es que su obra recién llegó a ser valorada en 1985 cuando su hijo, Anthony Pendrose, la descubrió durante una limpieza en el ático de la vivienda familiar.

Miller, quien falleció en 1977, al finalizar la guerra decidió enterrar su pasado como corresponsal debido al estrés post traumático que expermentó en la cobertura de esos hechos y jamás compartió con nadie sus vivencias.

Pendrose recién se enteró de esta faceta de su madre cuando encontró el material que luego se convirtió en el libro The Lives of Lee Miller.

Desde entonces la periodista es considerada una de las fotógrafas más relevantes del siglo 20.

Pese al enorme atractivo que tiene esta historia todos los grandes estudios de Hollywood rechazaron el proyecto de Kate Winslet ya que lo consideraban irrelevante.

Algunas productoras le ofrecieron financiar parcialmente el film si ella participaba en algunas propuestas pochocleras y la actriz decidió desarrollarlo por la vía independiente.

Al final tuvo que poner platar de su bolsillo para completar el rodaje y cubrir los sueldos del equipo técnico y el reparto.

De este modo Lee se convirtió en la ópera prima de Ellen Kuras, una directora de fotografía reconocida por su labor junto a los realizadores Michael Gondry, Spike Lee, Sam Mendes y Martin Scorsese.

La película no reiventa el cine y recrea esta historia dentro del formato tradicional de la biopic.

Para tratarse de un proyecto que contó con un presupuesto muy limitado todo el trabajo que tiene en el diseño de producción y la reconstrucción del período histórico es impactante.

La trama le hace justicia a la obra perodística de Miller y la tarea de los corresponsales sin la necesidad de retratar situaciones gráficas de violencia.

Kuras optar por capturar el horror de la guerra desde la perspectiva psicológica del personaje principal,  donde juega un rol clave la composición de Winslet.

Dentro del reparto, que incluye también a Marion Cotilllard y Alexander Skarsgard, es la figura más destacada y tranquilamente podría sobresalir en la próxima temporada de premios.

Una virtud de su labor es que le aporta una enorme humanidad a la protagonista sin excederse con situaciones exageradas.

Esta es una película donde se nota con claridad que Winslet no la hizo para pescar una nominación al Oscar sino que estaba comprometida con la biografía de Miller y buscó recrearla de la mejor manera posible.

Después del tratamiento bochornoso que tuvieron los corresponsales en Guerra civil, el último ejercicio de estupidez de Alex Garland, la propuesta de Ellen Kuras al menos redime a los profesionales de ese campo periodístico.

Lamentablemente no tuvo difusión y es una lástima ya que es una producción que vale la pena si les interesan estos temas.

Calificación: B+