Las Crónicas de Prydain: El Libro de los Tres

Después de El Señor de los Anillos,  esta es la saga de fantasía más prestigiosa y exitosa en este género literario que desde 1964 viene cosechando nuevas generaciones de fans en todo el mundo.

El mayor furor se produjo en Europa y Estados Unidos. En Argentina lamentablemente las editoriales nunca le dieron pelota y es una pena porque ofrece un propuesta totalmente superior comparada con muchas cosas que surgieron en estos últimos años.

Con Las Crónicas de Prydain tengo una relación especial ya que marcó a fuego mi infancia. No por los libros, que recién pude leer de adulto ya que eran muy difíciles  de conseguir en nuestro país, sino por la adaptación que hizo Disney en esa memorable película de los ´80, titulada El Caldero Mágico, que es mi film favorito de animación, como ya les conté en otro post.

La película en realidad fue una combinación de los primeros dos libros  y si bien retrató al perfección el espíritu de esta obra (de hecho sigue siendo hoy en día el film más oscuro de Disney) la historia en la literatura es totalmente superior.

Esta saga fue creada por el Gran Lloyd Alexander, quien en 1969 recibió la medalla Newbery a la excelencia por el quinto y último libro de la serie El Gran Rey.

La medalla Newbery, que se otorga desde 1922,  es el equivalente estadounidense del premio Carnegie en Europa que representan los máximos galardones que existen en la literatura juvenil.

No es un premio que se lo dan a cualquiera.  Otro grande autores que fueron premiados con el Newbery fueron Susan Cooper (The Dark is Rising), Katherine Paterson (El mágico mundo de Terabithia), Kate DiCamillo (Despereaux) y Neil Gaiman.

La obra de Allexander está inspirada por la mitología galesa, principalmente por el Mabinogion, una famosa colección de historias en prosa que surgieron en manuscritos medievales galeses y se basan en algunos hechos históricos ocurridos en la Edad Media.

La cultura celta jugó también un papel importante en el Mabinogion y por supuesto también tuvo su influencia en la saga de Prydain, cuyo mapa, por cierto, es muy parecido al páis de Gales.

Lo bueno es que el autor toma elementos de esa cultura y los adaptó en su propio universo creando un montón de personajes nuevos basados en esa mitología.

La saga se compone de cinco tomos titulados El Libro de los Tres (1964), El Caldero Mágico (1965), El Castillo de Llyr (1966), Taran, el vagabundo (1967) y  El Gran Rey (1968).

En 1973 Allexander publicó a raíz del éxito de ventas de la colección  y por pedido de los fans The foundling and other tales of Prydayn que son una serie de relatos que transcurren antes de los eventos del primer volumen.

Una particularidad de esta historia es que al igual que la serie de Harry Potter, los personajes van creciendo con el transcurso de los libros.

En la primer entrega los protagonistas principales (Taran y Eilonwy) son pre adolescentes y en el quinto ya son adultos.

En consecuencia, sus conflictos personales y la historia en general se vuelve cada vez más madura e interesante.

La verdad que es muy divertido acompañar a los personajes en ese crecimiento.

En El Libro de los Tres, Taran es un joven asistente de porquerizo  que vive en la pequeña aldea de Caer Dallben,donde lleva una vida sin mucha emoción y experiencias interesantes.

Su situación cambia  el día en que puerca Hen Wen se fuga de la aldea y desencadena una serie de acontecimientos sin precedentes que revela un mal que amenaza la paz en la tierra de Prydain.

La cerda no es un animal común y esconde un importante secreto, motivo por el cual el Rey Arawarn, el mayor señor de la guerra de Prydain necesita atraparla para poder convertirse en el máximo soberano del reino.

La única posibilidad para evitar una guerra entre los distintos reinos de la región es que Taran encuentre al animal primero.

Con esta sencilla trama el autor utiliza la primera entrega de la serie para introducirnos en este mundo de fantasía y presentarnos a los personajes principales que protagonizarán las historias posteriores.

Hay dos cosas que destaco en el primer libro.

El primer lugar el mensaje que deja Alexander sobre el hecho de que para realizar acciones heroicas no es necesario acudir a la violencia.

Me gustó el hecho que si bien hay muchos momentos de acción no hay violencia sin sentido y las muertes están muy bien desarrolladas dentro de un contexto.

Otro punto a favor es el humor, que con el transcurso de los libros disminuye bastante, debido a que la trama se pone más seria y dramática.

En la primera entrega las constantes discusiones de Taran y la princesa Eilonwy son muy divertidas.

Como ocurre con la grandes obras de este género creo que no una hay edad en particular para disfrutarlas.

Después de Tolkien, Allexander fue quien brindó la mejor saga de fantasía y no es casualidad que haya sido premiado por ello.

Por supuesto, si disfrutaste alguna vez de film El Caldero Mágico con esto vas a enloquecer porque te vas a reencontrar con esos queridos personajes en su versión original.

Pueden conseguir los libros en castellano de la editorial española Martínez Roca. Una gran recomendación.